domingo, 10 de marzo de 2013

Luigi Manini Palacio da Regaleira



Luigi Manini

Luigi Manini fue un arquitecto, pintor y escenógrafo italiano, nacido en Crema (Lombardía) en 1848. Participo a la escuela del maestro Polgati y estuvo bajo la dirección del profesor Cassina en Milán y Brescia hacia 1861. Estudio en la Academia de Bellas Artes de Brera (Milán). En 1874 trabajará en el Teatro de la Scala con el destacado escenógrafo Carlo Ferrario. Sera por la escenografía que llegará a Lisboa en abril de 1879 con la finalidad de trabajar en el Teatro San Carlos. Permanecerá en Portugal hasta 1913 año en que regresa a Italia con bastante fortuna hecha. Fallece en Brescia en 1936 a los 88 años. La biblioteca de Cremona guarga hoy muchos de sus diseños.
Previamente a su partida a Lisboa trabajó en Crema decorando la iglesia de VaianoCremasco y la Zappello. También hizo decoraciones para la villa Stramezzi. Es remarcable su trabajo en la iglesia de San Bernardino donde utilizo la tempera y restauró los frescos.
La muerte de Giacomo Cinatti en 1879 dará la oportunidad a Manini de trabajar como decorador en el Teatro San Carlos. Portugal carecía de cuadros artísticos y técnicos por lo que Cinatti y Manini se centraron en otros dominos: la decoración aúlica, palacios, conmemoraciones, etc. Manini heredará de Cinatti y de su colaborador Rambois un mercado y un gusto arquitectónico, convirtiéndose en el maestro de la escenografía portuguesa. Pronto fue valorado por la crítica calificado como pintor innovador. Sus pinturas tienen un notable desarrollo de la perspectiva y destacaban por sus arquitecturas.
Sus trabajos como arquitecto empiezan en 1888, cuando Emidio Navarro le encarga el palacio de Buçaco para la monarquía de Portugal como palacete de caza. En él, Manini empleó el estilo manuelino más llamativo que como escenógrafo podía hacer. En aquel momento el sentido nacionalista de la arquitectura ya comenzaba a cambiar de gusto y no se interesaba por los revivalismos, pero Manini se mantuvo indiferente a la llegada de nuevas corrientes. La estético manuelina tenía en el siglo XIX un claro origen romántico y estaba en decadencia desde 1878 año en el que tubo lugar un hecho significativo. Cuando Cinatti estaba elaborando un portada neomanuelina en el monasterio de los Jerónimos en Lisboa accidentalmente se derrumbó, muchos pensaron que esto era una señal de que el revivalismoneomanuelino estaba en sus últimos días. En aquella época las opiniones sobre esta arquitectura revivalista eran contradictorias, había quién defendía y alababa el renacimiento de las bellas épocas de la arquitectura portuguesa y también quien detestaba todo aquel estilo.
En 1894 decora la sala del Teatro Doña Amelia-San Luis y en 1895 pinta en el Museo Militar. En los dos exhibe un gusto nacionalista con elementos del manuelino. Pintará el techo de la escalera noble en el Palacio Foz y también decorará el Pabellón Portugués de la Exposición Universal de París de 1900 en donde trabajará en una enorme tela alegórica a los descubrimientos nacionales.
La siguiente obra de Manini fue la Quinta da Regaleira en Sintra, dobde dará rienda suelta nuevamente a sus fantasiasmanuelistas. Sintra no era ajena a ese tipo de estética ya que contaba con el Palacio Real y el Palacio da Pena. Entre otros trabajos artísticos menores que realizó Manini debemos destacar la decoración del Tatro de Funchal y el escenario del Teatro García de Resende. En el Teatro Sá de Mirando en Ciana do Castelo hay un telón diseñado por él aunque restauraciones posteriores lo deterioraron un poco.

Bibliografía 
 
http://es.wikipedia.org/wiki/Luigi_Manini



El Palácio da Regaleira

El Palácio da Regaleira es el edificio principal y el nombre más común de la Quinta da Regaleira. También llamado Palácio do Monteiro dos Milhões (Palacio de Monteiro el de los Millones) por el apellido y el apodo de su primer propietario, António Augusto Carvalho Monteiro. Situado en el extremo del centro histórico de la localidad, en la Estrada Nova da Rainha, muy cerca del Palácio de Seteais. Fue construido entre 1904 y 1910.Está clasificado como Patrimonio Mundial por la Unesco.
Luigi Manini,junto con los escultores, talladores y canteros que había trabajado con él en Buçaco Palace Hotel, fue el constructor del palacio, jardines, lagos, grutas y edificios enigmáticos, lugares que esconden significados relacionados con la alquimia, la masonería, los templarios y la rosacruz. Las construcciones están inspiradas en los estilos románico, gótico, renacentista y manuelino.
Lo que se conoce de la historia de la quinta antes de la compra de Carvalho Monteiro no es mucho. En 1697 se sabe que José Leite fue el propietario de una vasta propiedad, en los alrededores de la villa de Sintra, que hoy integra la quinta. En 1715, en una subasta pública, Francisco Alberto Guimaraes de Castro compró la quinta, conocida entonces como Quinta da Torre o Quinta do Castro. La quinta pasó a manos de Manual Bernardo en 1830 adquiriendo el nombre que posé actualmente. En 1840 la quinta fue adquirida por la hija de un comerciante de Oporto, Allen, que más tarde recibió el título de baronesa da Regaleira. De esta época se sabe de la construcción de una casa de campo, visible en algunas representaciones iconográficas de finales del siglo XIX.
En 1892 el Dr. António Augusto Carvalho Monteiro compra la propiedad a la baronesa da Regaleira por veinticinco contos de réis. Monteiro reformó totalmente aquella propiedad invirtiendo grandes sumas de dinero en la que él llamaba su "mansión filosofal". En 1942 la quinta fue vendida a Waldemar Jara d’Orey, quien realizo pequeñas construcciones para acoger a su familia, sin romper con la ideación original del lugar. En 1987 la quinta fue comprada por la empresa japonesa AokiCorporation dejando de servir como alojamiento. En 1997 el Ayuntamiento de Sintra adquirió la quinta y realizó un trabajo de recuperación del patrimonio edificado y de los jardines. Des de entonces, la Quinta da Regaleira está abierta al público y realiza diferentes actividades culturales.
En la actualidad, el Palacio da Regaleira es el sitio indicado para albergar una exposición de objetos masónicos reunida por José Eduardo PisaniBurnay, una de las más importantes colecciones en su tipo, constituida por alrededor de 600 piezas.
Carvalho Monteiro tenía el deseo de construir un espacio inmenso, en donde vivir rodeado de todos los símbolos que reflejaran sus ideologías e intereses.Siendo monárquico, conservador y cristiano gnóstico, como también poseedor de un espíritu científico, vasta cultura y sensibilidad poco común, bibliófilo notable, coleccionista y gran filántropo,Monteiro quiso resucitar el pasado más glorioso de Portugal, por eso el predominio del estilo neomanuelino, relacionado con la época de los grandes descubrimientos geográficos, y el gótico junto con el neoclásico. Carvalho y Manini construyeron un conjunto reflejo del espíritu del s. XIX, donde se combinaron las fuerzas de la naturaleza y se destacó la fragilidad del hombre. La Quinta da Regaleira es consecuencia del romanticismo.
Destaca el jardín de la quinta, que ocupa la mayor parte del espacio y representa el microcosmos. No está dispuesto al azar, es más cuidado y ordenado en la parte más baja de la quinta, siendo más salvaje a medida que se asciende hasta la parte alta –disposición que refleja la creencia en el primitivismo de Carvalho Monteiro. En estos escenarios se puede observar la representación de un viaje iniciático, en un jardín simbólico donde se puede sentir la armonía de las esferas y la alineación de un ascetismo de conciencia que recorre las grandes epopeyas. En el jardín plantas traidas de todas partes del mundo crecen armónicamente con la vegetación autóctona.
También destaca el Pozo Iniciático donde se llega por medio de una galería subterránea con una escalera en espiral, de quince en quince escalones y en forma de espiral se descienden nueve plataformas que, recreando el ritual, harían bajar al abismo o subir al cielo, según el recorrido iniciático escogido. Los peldaños evocan a la Divina Comedia de Dante y representan los nueve círculos del infierno, los del paraíso o los del purgatorio. Según los reputados ocultistas Albert Pike, René Guénon y Manly Palmer Hall es en La divina comedia donde se encuentra por primera vez expuesta la Orden Rosacruz. En el fondo, acentuando el dramatismo, sobresale la Cruz de los Templarios gravada en mármol rosa sobre una rosa de los vientos, que era el emblema heráldico de Monteiro. El pozo se denomina iniciático porque se sabe que era usado en rituales masónicos de iniciación.
El simbolismo del espacio esta relacionado con la creencia de que la tierra es el útero materno de donde proviene la vida, pero también la sepultura donde volverá. Los 23 nichos que se encuentran bajo los peldaños del pozo conforman uno de los sus muchos misterios. El pozo está comunicado por medio de varias galerías o túneles con otros puntos de la quinta: la entrada dos guardioes, el lago de la cascada o el pozo imperfecto. Estos túneles están recubiertos con piedra importada de la costa marítima de la región de Peniche para sugerir un mundo sumergido.
Es importante el Patamar dos deuses (rellano de los dioses), donde en la entrada se encuentra una estatua de Hermes que parece anunciar a los otros dioses que bordean el rellano. En el centro se encuentran dos estatuas de quimeras, símbolos de ilusión y utopía. Y también la Torre da Regaleira que se construyo para dar la impresión a quién la sube de encontrarse al eje del mundo.
Es importante también la Capilla de la Santísima Trinidad. Esta separada por escasos metros del palacio y fue construida en piedra blanca y en estilo manuelino. En la fachada están representados, a ambos lados, Santa Teresa de Avila y San Antonio, y en el centro, el Misterio de la Anunciación (el Angel Gabriel anunciando a María el nacimiento del hijo de Dios). A la derecha de la entrada de la capilla desciende una escalera en espiral que lleva a una sombría cripta.La cabecera del interior se encuentra decorada con un mosaico donde se representa la coronación de la Virgen, la cual aparece vestida con los tres colores alquímicos: el blanco, el rojo y el azul. Las ventanas presentan vidrieras donde se representan, entre otros motivos, la leyenda de la Dama de Nazaré. En otras vidrieras se representan el nacimiento de Cristo y una serie de ángeles rodeando un triángulo –forma geométrica utilizada por los templarios-. También destaca la proliferación de cruces, predominando entre ellas la localizada sobre el pavimento del edificio y representada sobre una esfera, la cruz pertenece a la Orden de Cristo. También se encuentra reproducida la cruz patada o cruz orbicular, adaptada por los templarios portugueses.
El Palacio da Regaleiraconstruido por Luigi Manini es el edificio principal de la quinta. Construido con el estilo manuelino, la decoración del palacio se concentra en los balcones, las columnas, las puertas y las ventanas hecha de motivos vegetales, cuerdas y nudos, perlas, escudos, etc. También se encuentran representados varios santos cristianos. La decoración fue construida por el escultor José da Fonseca. En el interior se encuentra una biblioteca y un laboratorio alquímico en una planta octogonal, siendo una clara referencia al mundo masónico. Al nivel de la calle se encuentran el salón principal, el comedor y la Sala del Billar o de los Reyes, todos ricamente decorados con mosaicos venecianos y cálidas maderas, interconectados por pasillos con otros cuartos más pequeños y varias escaleras. En el primer piso están los dormitorios y en el segundo, la oficina que solía utilizar Monteiro. El último piso permitía acceder a una terraza en lo alto. En los sótanos estaban la cocina y las habitaciones de los empleados. Los techos del salón están decorados con múltiples nervios, que recuerdan a las bóvedas de abanico inglesas, y las puertas y las ventanas están decoradas con cabezas de animales.

Bibliografía

http://www.regaleira.pt/
http://www.igespar.pt/en/patrimonio/pesquisa/geral/patrimonioimovel/detail/71688/

Imágenes










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